martes, 10 de diciembre de 2019

El 41% es todo de Macri ?



“Tenemos el 41% de los votos” se escucha decir de manera muy asidua a los integrantes de Juntos por el Cambio, frase que utilizan para argumentar que cuentan con un porcentaje de votos  muy similar al del Frente de Todos.  Se intenta mostrar un Maurico Macri que a pesar de la derrota electoral sufrida a manos de Alberto Fernández, cosecho  un alto porcentaje de votos  que lo posiciona como el líder indiscutido de la oposición.
Partiendo de este contexto, entiendo que se hace necesario efectuar un análisis de algunas cuestiones, que nos muestran que la fortaleza de Mauricio Macri no es tal como se intenta demostrar por sus seguidores y socios políticos y que se parece más a una operación política y mediática que a la verdad misma.
Mauricio Macri es el primer presidente argentino que buscando su reelección como tal, es derrotado electoralmente; dicha situación deja a las claras que su gestión como primer mandatario no fue avalada por la mayoría de la sociedad producto de sus errores, desaciertos y promesas incumplidas. Segundo; en relación a lo anterior, puede decirse que creer que los casi once millones de votos obtenidos en las elecciones presidenciales son producto de los logros de su gobierno, es un pensamiento cuanto menos ingenuo; dentro de dicho porcentaje obtenido, hay un porcentaje - algo difícil de cuantificar por cierto- que ha votado no a favor de  Mauricio Macri, sin en contra de Cristina Fernandez de Kirchner y en consecuencia del Frente de Todos. Esta cantidad no menor de argentinas y argentinos anti kirchneristas y anti peronistas, han votado por el único de los candidatos que contaba con posibilidades ciertas de impedir el retorno de los actores políticos enunciados; en conclusión, el casi 41 por ciento de los votos obtenidos, no pueden entenderse como propios de un apoyo a Macri y su gestión de gobierno. Tercero;  si analizamos el porcentaje de votos obtenidos por Juntos por el Cambio y lo comparamos con el porcentaje histórico de votos obtenido por los oficialismos desde 1983 a la fecha, podemos observar que dicho porcentaje esta dentro de los rangos históricos; Angeloz en 1989 en plena hiperinflación obtuvo un 37 por ciento de los votos; Duhalde en 1999 luego de una década de gobierno menemista, obtuvo algo más del 38 por ciento de los votos; Scioli en el año 2015 siendo el candidato del frente para la victoria, obtuvo el 37 por ciento de los votos en primera vuelta. Estas cifras nos muestran a las claras que desde el retorno de la democracia,  los oficialismos obtienen cerca del 40 por ciento de los votos, con lo cual el 40.28 por ciento de los votos obtenidos por Macri en octubre pasado, no hace más que reforzar esta tendencia.
Siguiendo con este último punto, es interesante ver que sucedió con los candidatos oficialistas derrotados; es decir si pudieron capitalizar el porcentaje de votos obtenidos  y posicionarse en consecuencia como jefes opositores, o si por el contrario solo fueron catalizadores circunstanciales del apoyo de una parte del electorado. La historia nos muestra que salvo el caso excepcional de Eduardo Duhalde quien producto del estallido del 2001 se convirtió en presidente de la nación –pero que antes de esa situación, su liderazgo político venía en baja- , el resto de los candidatos –Eduardo Angeloz y Daniel Scioli- no solo no pudieron convertirse en jefes de la oposición, sino que sus figuras se erosionaron rápidamente, al punto tal que hoy en dia Daniel Scioli es rescatado por el actual presidente para colocarlo al frente de una embajada.
En síntesis, creer que por el resultado obtenido en las urnas en el mes de octubre pasado, Mauricio Macri, se convierte en el líder de la oposición, es un análisis algo simplista; La historia nos muestra que los oficialismos, aun en la derrota, obtienen un porcentaje alto de votos. Pero también nos muestra, que esos candidatos no pueden a posteriori capitalizar el porcentaje de votos obtenidos  y en consecuencia,  convertirse en líderes o jefes de la oposición; por el contrario, sus figuras y su capital político se han erosionado rápidamente y quedan como los candidatos oficialistas derrotados. Esta claro que Mauricio Macri a diferencia de los anteriores candidatos oficialistas, ocupo la presidencia de la nación y eso lo hace muy diferente al resto, pero también es cierto, que fue el primer presidente en nuestro país que al buscar su reelección cae derrotado electoralmente en primera vuelta.
El porcentaje de votos obtenidos por Mauricio Macri en octubre pasado, no es inalterable, sino que por el contrario, es un porcentaje de votos en donde el antiperonismo y antikirchenismo jugaron  un importante papel y en consecuencia, pueden emigrar hacia otro candidato en las próximas elecciones. Pensar que el porcentaje de votos obtenidos lo convierte automáticamente en jefe de la oposición, es a mi entender erróneo;  por supuesto que nadie puede discutir el lugar que ocupa hoy  Mauricio Macri, pero dicho lugar debe revalidarlo ahora  desde otro lugar, el de pretendiente a jefe de la oposición.  El tiempo nos dirá como se desarrollaran los acontecimientos y si Mauricio Macri, logra consolidarse como jefe opositor al gobierno de Alberto Fernández o si por el contrario, su destino lo posiciona como el primer  presidente que intento lograr sin éxito su reelección.  El final queda abierto.

 Marcelo A. Fidalgo

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